Viviendas para mayores, ¿qué opciones existen?
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Publicado el
26 de junio de 2017
Las viviendas para mayores suelen ser una opción para personas autónomas que no requieran atención permanente.
Viviendas tuteladas, compartir piso o habitaciones individuales en residencia son algunas opciones de las viviendas para mayores.
Las viviendas para mayores son una alternativa para aquellas personas que necesitan una asistencia médica y social pero son autónomas y no quieren ir a una residencia. Estas viviendas tuteladas garantizan la independencia de nuestros mayores y, a la vez, se completan con visitas de asistentes sociales, servicio médico, servicios de limpieza, comida a domicilio e incluso actividades para fomentar la socialización.
Este tipo de viviendas para mayores pueden ser de varios formatos. Por un lado están las viviendas tuteladas, que son apartamentos en un edificio o en complejos residenciales adecuados para personas mayores de 60 años. Estas viviendas para mayores permiten una total independencia y cuentan con servicios de limpieza y mantenimiento, conserje, zonas comunes y actividades socioculturales. Además, disponen de la presencia de un médico, enfermeras y trabajadores sociales en horario laboral para ocuparse de las necesidades de los residentes.
Estas viviendas tuteladas para mayores suelen ser pisos de una, dos o tres plazas que pueden alquilarse. Además se abona una cuota mensual que incluye los servicios de limpieza, seguridad y servicio médico. Suelen estar dirigidos a mayores que no requieran atención permanente, que son autónomos para las actividades básicas, pero que no tienen una vivienda adecuada o estable y que se encuentran en situación de riesgo por vivir solo. A ello se une que suelen ser más baratos que una residencia, aunque si se contratan otros servicios (gimnasio, comida, actividades…) el precio suele igualarse.
Otro modelo de viviendas para mayores son las habitaciones privadas en residencias para la tercera edad. Por ejemplo, en Residencia Selegna casi todas nuestras habitaciones son individuales. Eso garantiza la independencia y privacidad de todos nuestros residentes. Así pueden disfrutar de las ventajas de vivir en una residencia (asistencia sanitaria continua, instalaciones comunes de calidad, actividades socioculturales, rehabilitación, servicio de comida…) con la libertad de vivir como si estuvieras en tu casa.
De hecho en Residencia Selegna manejamos el concepto de residencia-hogar. Esto significa que nuestros mayores tienen que sentirse como si estuvieran en su casa. Por eso tratamos que nuestra estética sea la de una casa, no la de una instalación hotelera, sanitaria o residencia. Además, las habitaciones son totalmente personalizables. Así los residentes puedan colocar todos sus recuerdos y rodearse de esos objetos que les hagan sentirse como en casa. Y todos nuestros servicios y tratamientos están personalizados y ofrecemos una asistencia profesional humana. El objetivo es que no sientan que son un paciente más, sino una persona a la que tratamos con respeto y cariño.
A estos modelos de viviendas para mayores se une las viviendas compartidas. En ellas, un grupo de amigos decide “jubilarse juntos” y vivir en el mismo lugar compartiendo gastos, tareas y actividades. Así se cubren tres necesidades fundamentales. Por un lado, vivir en una vivienda preparada para las personas mayores. La segunda necesidad es compartir los gastos. Y por último, vivir en compañía. Y todo ello sin salir de su entorno habitual, que puede ser un trastorno para muchos mayores.
Las opciones son variadas y adecuadas a las diferentes situaciones de nuestros mayores. Así pueden elegir la que más se adapta a ellos y con la que se sientan más a gusto.