Si la persona mayor participa en la decisión de ir a una de las residencias de personas mayores su adaptación será mejor
En las residencias de personas mayores se elabora un plan de atención personalizado para garantizar su integración
Una residencia de la tercera edad es, en muchos casos, la mejor solución para una familia. Saben que allí ese familiar va a estar mejor atendido, más acompañado y con mejores servicios que en casa. Sobre todo si padece una enfermedad degenerativa o acaba de salir del hospital. La familia no cuenta con los conocimientos ni el tiempo necesario para poder atenderles como se merecen. El principal problema es la adaptación de los mayores a este cambio ¿Cómo es ese proceso de adaptación en las residencias de personas mayores?
Si a las personas más jóvenes nos cuesta aceptar los cambios, imaginemos cuanto más costará a una persona de la tercera edad. El cambio para ellos es muy difícil y más si va a condicionar su futura existencia. Abandonar su hogar o sus recuerdos para entrar en una residencia para mayores, como Residencia Selegna, puede ser muy traumático si no está de acuerdo.
Por ello a la hora de tomar la decisión de elegir entre las residencias de personas mayores es clave que ellos participen en el proceso. Si entienden porqué se tiene que tomar esa decisión, lo aceptan y lo perciben como algo positivo el proceso de adaptación será mucho más fácil. También, es fundamental el papel de la familia y de los profesionales de la residencia de la tercera edad.
En este proceso de adaptación en las residencias de personas mayores hay tres etapas fundamentales:
- El preingreso. Es el contacto inicial para conocer a la persona y a su familia. Además obtener toda la información necesaria para planificar correctamente el ingreso y hacer el cambio de la manera menos traumática posible. Lo mejor es que la persona mayor acuda al centro para conocerlo.
- El ingreso. En esta etapa es fundamental el acompañamiento de la familia y del profesional, terapeuta ocupacional, trabajador social o psicólogo, que le atendió durante el preingreso. Es un cambio muy brusco en su vida y no conoce ni el entorno ni a las personas.
- La adaptación e integración. La adaptación a las residencias para personas mayores, como Residencia Selegna, es un proceso que dura unos tres meses. Ese es el tiempo necesario para que la persona conozca el centro y su funcionamiento. Y establezca relaciones con el resto de usuarios, por ejemplo con paseos o charlas en el jardín, juegos de cartas o en las actividades del terapeuta ocupacional. Además ese periodo permite a los profesionales conocerle y elaborar un plan de atención personalizado. Una vez pasa este periodo de tiempo, si se ha adaptado bien, el residente considera la residencia para la tercera edad como un segundo hogar. Y ha creado vínculos sociales y afectivos con las personas que allí están.
Pero el seguimiento no se acaba tras este periodo de adaptación. Todo el personal que atiende al residente se reúne periódicamente. El objetivo es evaluar cómo se siente esa persona, comprobar su estado de salud y su nivel de integración. En esas reuniones se ajusta el plan de atención para que se adapte al residente. Para que las personas que viven en las residencias de personas mayores se sientan como en casa. Y tengan una buena calidad de vida.
