Hoy os vamos a hablar de algo tan emblemático en Selegna, como nuestro árbol.
Selegna se empezó a construir en el año 2003.El arquitecto D. Antonio Escario quería una residencia con calidez, comodidad y con sensación de hogar para los residentes, en definitiva, que fuera su casa y así lo sintieran. Al ser tan grande, era más difícil de conseguir esta sensación.
Pensaron que debían colocar en el centro de Selegna un elemento decorativo que fuera emblemático y que rompiera con el resto: un símbolo que representara fuerza, vida y que perdurara en el tiempo.
Cerca de la construcción crecía este algarrobo y enseguida se dieron cuenta que era lo que buscaban y que debían colocarlo en el centro de la residencia. Pensaron que era lo mas acertado por su simbología, pues es un ser vivo que, a pesar de tener muchos años, conserva la fuerza, la vida y la belleza. Y esta era la esencia que se buscaba al abrir Selegna: cuidar personas y ayudarles a conservar su belleza, fuerza y vida.
Ya hace 15 años que este algarrobo lleva presidiendo la residencia y siendo téstigo de tanta gente que a lo lardo de los años ha pasado por aquí, dejando huella, porque todos nuestros residentes, en mayor o menor medida, dejan su huella en Selegna: unos por su alegría, educación y ganas de vivir, y otros por su ejemplo ante la adversidad o dignidad con la que han sabido aceptar los malos momentos.
Posteriormente, el algarrobo ya se convirtió en nuestro logo, figurando en la web, en la publicidad, uniformes, etc.
Y es ahora cuando Selegna ha querido recordar este momento con este cuadro de fotos de este proceso y que ya luce al lado de nuestro querido árbol Selegna.
