¿A qué edad considerar una residencia de ancianos?
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Publicado el
12 de febrero de 2020
La residencia de ancianos está completamente a la orden del día. En muchos casos, son los propios mayores los que deciden ingresar en estos centros para estar siempre bien atendidos, hacer actividades y nuevas amistades. Pero, ¿a qué edad considerar esta posibilidad?
Residencia de ancianos: ¿tiene edad?
Normalmente, las personas sejubilan a los 65 o 67 años. Desde entonces, se considera que se empiezan a perder facultades, perdiendo cada vez más independencia y necesitando a otra persona para que nos ayude.
Si tenemos en cuenta que la esperanza de vida está en aumento y que de media vivimos 82 años, muchas personas que deciden ingresar en una residencia rondan los 75 a 80 años.
Más concretamente, el perfil del residente tipo estudiado es una mujer (en el 63% de los casos) que tiene 82 años y lleva más de 4 años en la residencia. Generalmente, son personas viudas y no tienen hijos o tienen uno solo, lo que dificulta encarecidamente que puedan hacerse cargo de sus mayores.
No obstante, como ves, no hay una edad concreta. Puedes optar por una residencia en Valencia desde el momento en el que lo consideres oportuno, porque es una gran oportunidad por todas las ventajas que te brinda.
¿Por qué acudir a una residencia en Valencia?
Las residencias para personas mayores son una excelente oportunidad para que los ancianos estén bien cuidados y atendidos, siempre en las mejores manos posibles. No solamente dentro del tema médico, sino también en lo que respecta al entretenimiento.
En ellas se realizan actividades que responden a las distintas necesidades de las personas. A partir de estos talleres es posible hacer nuevas amistades, trabajar la memoria, hacer ejercicio, etc. Son pequeñas cosas que nos ayudan a envejecer mejor y más sanos.
Por lo tanto, una residencia de ancianos jamás debe verse como algo negativo, sino todo lo contrario. Es un lugar al que podemos acudir siempre que queramos cuando seamos mayores, cuando creamos que ha llegado el momento.
No tenemos por qué ser dependientes para ir a una residencia. Es una tranquilidad para todos, para nosotros mismos y para los que nos rodean, porque sabrán que estaremos en las mejores manos, siempre bien cuidados.
Por lo tanto, en el momento en que veáis que aquella persona cercana no pueda seguir viviendo sola o que directamente le apetece probar la experiencia de vivir en una residencia personas mayores, no dudéis en considerarlo. En nuestra Selegna te recibiremos con los brazos abiertos.