Alzheimer avanzado: cómo afrontarlo
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Publicado el
24 de febrero de 2021
Una persona en fase de alzheimer avanzado requiere unos cuidados muy específicos.
Es importante valorar el ingreso de una persona con alzheimer avanzado en una residencia como Selegna.
Cuando un enfermo de alzheimer se encuentra en una etapa avanzada, las necesidades de atención son muy exigentes. Y en muchas ocasiones superan las posibilidades de cuidado dentro del hogar. Las familias que viven esta realidad son conscientes de que conforme la enfermedad va avanzando solo es posible minimizar su impacto con una progresiva adaptación a los cambios tal y como se van presentando. Y, sobre todo, que deben asegurarse de que la persona con alzheimer avanzado va a recibir toda la atención y cuidados que necesita.
Para ello la información es clave. Saber sobre la enfermedad y los recursos disponibles en el entorno es la primera recomendación para abordar el alzheimer en cualquiera de sus etapas. Además, muchos especialistas coinciden que antes de llegar a la fase de alzheimer avanzado se tomen las decisiones entorno a la atención en las etapas finales de la vida. Mientras el enfermo tenga aún capacidad para compartir sus deseos acerca del entorno y los tratamientos que le han de procurar soporte vital.
¿Qué significa llegar a la fase de alzheimer avanzado?
Lo más probable es que cuando el alzheimer está en su fase más avanzada, la persona experimente un grado de deterioro cognitivo y funcional. Esto deriva en su absoluta dependencia y en su necesidad de recibir ayuda para llevar a cabo actividades básicas como alimentarse, asearse, vestirse o moverse. En esta fase aparecen también problemas de control de esfínteres, primero urinarios y, luego, intestinales.
Por otro lado, pueden aparecer o agravarse una serie de síntomas relacionados con su conducta. Estos se manifiestan en forma de agitación, ansiedad, obsesiones, episodios de agresividad, o incluso delirios o alucinaciones. Una conducta extraña puede ser un intento por transmitir dolor o incomodidad. O bien reflejar una necesidad concreta como hambre, sueño, cansancio. Así es que es muy necesario prestar atención tanto a las indicadores físicos como a los signos no verbales, muecas, gestos o expresiones faciales del enfermo.
También es muy recomendable anotar cuándo suceden, cómo son y cómo evolucionan. De esta forma, será más fácil orientar la forma de abordarlas y la necesidad o no recurrir a ayuda farmacológica específica.
Además, recibir muestras de afecto es muy importante durante todo el proceso de la enfermedad, pero con el alzheimer avanzado es necesario no declinar este esfuerzo ante lo que puede parecer una barrera insalvable. Hay muchas maneras de estimular sus emociones de forma sensorial aunque parezca que la persona ya no nos entiende. Mirarle a los ojos, sonreír, o cogerle de la mano, poner su música favorita, cocinar su plato favorito, mirar juntos el álbum de fotos de la familia o leerle libros que hayan sido significativos en su vida.
Y por supuesto hay que pedir ayuda. Contar con el apoyo de profesionales para por ejemplo los cuidados físicos y rutinarios como el mantenimiento de la higiene, el vestir o la movilidad mejorará la calidad de vida del enfermo. Y también la de toda la familia.
¿Qué otros aspectos debo tener en cuenta en la fase de alzheimer avanzado?
- El control de la alimentación es una de las tareas diarias más importantes. El descenso de actividad en el paciente hace que disminuya la necesidad de ingerir alimentos. Pero además puedes suceder que pierda significativamente el apetito. O incluso que llegue a olvidarse de comer. Es muy importante procurarle una dieta de acuerdo a criterios de un médico especialista. Además, se deben cumplir ciertas recomendaciones y hábitos a la hora de comer. Como colocar a la persona una posición erguida y cómoda, y mantener esta postura durante 30 minutos después de comer para facilitarle la digestión. También hay que elegir alimentos que se puedan masticar y tragar fácilmente. Y espesar los líquidos con espesantes alimentarios que se pueden encontrar en la farmacia. También es posible que la persona no note que tiene sed o incluso se olvide de beber. La deshidratación es un problema bastante habitual. Así es que, si la persona tiene problemas para tragar agua, pruebe con otras opciones. Y controle siempre la temperatura de los líquidos antes de servirlos.
- La hora de ir al baño. La incontinencia también es muy común durante alzheimer avanzado. Establecer horarios y rutinas en las visitas al baño es muy importante.
- Piel y cuerpo saludables. La incapacidad de movimiento puede causar lesiones en la piel, escaras o úlceras de presión. Además de rigidez en las articulaciones. Cambie la posición del paciente cada dos horas para aliviar la presión del cuerpo y mejorar la circulación sanguínea. Además es muy importante que los movimientos sean suaves para evitar las fricciones. Y hay que procurarles una higiene adecuada y lavarlos con un jabón apropiado. Por otro lado, resulta muy conveniente hacer pequeños ejercicios para evitar la rigidez en las articulaciones. Nunca está de más consultar al especialista o a un fisioterapeuta antes de iniciar estar rutinas.
- El peligro de las infecciones y neumonía. Esa falta de movilidad los hace muy vulnerables a las infecciones. Mantener una buena higiene bucal ayuda a reducir el riesgo de tener bacterias en la boca que ocasionen neumonía. Trate los cortes y los rasguños inmediatamente. Limpie los cortes con agua jabonosa tibia y aplique una pomada con antibiótico. Si el corte es profundo, busque ayuda de un profesional.
Finalmente, señalar que siempre es oportuno valorar la decisión de ingresar a una persona con alzheimer avanzado en una residencia como Selegna. En Selegna contamos con un programa especial para el cuidado de personas con alzheimer. De esta manera podemos asegurarnos que recibe los cuidados que necesita. Y que su calidad de vida es siempre la mejor posible.