La artrosis en la personas mayores limita los movimientos y causa deformidad y dolor.
El ejercicio físico, una buena alimentación y una actitud positiva son fundamentales para afrontar la artrosis en las personas mayores.
Una de las enfermedades degenerativas más comunes es la artrosis en las personas mayores. El paso del tiempo puede provocar el desgaste del cartílago de las articulaciones. Esto produce el roce de los huesos, lo que causa dolor, deformidad y limitación de movimientos. Además de hinchazón, chasquidos en los huesos y rigidez. Principalmente afecta a las manos, articulaciones de carga como las rodillas y caderas y la columna vertebral.
El principal objetivo del tratamiento de la artrosis en las personas mayores va dirigido a controlar el dolor y reducir al máximo la incapacidad y la limitación funcional. La fisioterapia juega un papel muy importante para mantener la fuerza de las articulaciones y reducir la limitación de movimientos.
Es algo que tenemos muy claro en Residencia Selegna. Nuestro equipo médico, el servicio de enfermería y de fisioterapia y el terapeuta ocupacional diseña un plan de rehabilitación adaptado a las necesidades de cada paciente, para tratar la artrosis en las personas mayores. Este plan de rehabilitación se lleva a cabo en todas nuestras instalaciones, pero sobre todo en el gimnasio y en la piscina cubierta.
A menor actividad física mayor será el deterioro y la degeneración. Aunque los síntomas de la artrosis mejoran con el reposo es fundamental practicar ejercicio físico con regularidad. En Residencia Selegna animamos a nuestros mayores a qué hagan ejercicio, para mantener la fuerza muscular y la movilidad articular. Además el ejercicio ayuda a perder peso, lo que implica un menor sufrimiento articular, mayor agilidad y facilidad de movimientos.
Por otro lado, la hidroterapia (realizar ejercicios terapéuticos en piscina) guiada por nuestro servicio de fisioterapia es una medida paliativa muy efectiva para tratar la artrosis en las personas mayores. Esta terapia ayuda a mantener la movilidad de las articulaciones. Además, como no existe gravedad en el agua, la articulación no se sobrecarga al realizar las rutinas de ejercicios y se atenúa el dolor.
Unido a la actividad física, los masajes son otra herramienta para paliar los efectos de la artrosis en las personas mayores. Con ellos se consigue relajar y aflojar los músculos de la articulación, que suelen estar bastante contracturados y doloridos y así se reducen las molestias.
Y cuidar la alimentación. Primero para prevenir el sobrepeso. Y segundo porque hay alimentos que ayudan a mejorar la salud de nuestros huesos y articulaciones. Por ejemplo, los frutos secos crudos, el pescado y las legumbres. Son alimentos que aportan vitaminas y minerales beneficiosos para nuestros huesos.
Además, hay que enseñar a las personas mayores a convivir con la enfermedad y aceptar las limitaciones. Por ejemplo, evitando los movimientos que producen dolor y si es necesario usar bastones o muletas para reducir el peso que soportan las articulaciones y evitar caídas. O usar calzado cómodo para evitar posturas incorrectas. Y también hay que aprender a aceptar las deformidades que suelen aparecer. Enfrentar la artrosis en las personas mayores con una actitud positiva ayuda a que los tratamientos de rehabilitación sean más efectivos. Y que la calidad de vida de nuestros mayores se resienta lo mínimo posible.
