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La terapia ocupacional en ancianos les ayuda a mantener la máxima independencia y autonomía posible

La terapia ocupacional en ancianos esta basada en el desarrollo de habilidades funcionales, físicas, cognitivas y de relación con los demás

Los cambios relacionados con el envejecimiento, tanto en lo físico como en lo mental, inciden en la capacidad para llevar a cabo ciertas actividades diarias. Y el papel de la terapia ocupacional en ancianos es hacer que eso no afecte a su calidad de vida. Y que, pese a esos impedimentos, puedan mantener la máxima independencia y autonomía posible. 

En Residencia Selegna la terapia ocupacional en ancianos está presente a lo largo de todo el día. Desde las actividades más cotidianas como vestirse, comer o el aseo, hasta el desarrollo de habilidades físicas, cognitivas, comunicativas o de relación con los demás. El terapeuta ocupacional y el trabajador social de nuestra residencia para personas mayores programan un gran número de actividades, con diversos grados de dificultad, para fomentar un envejecimiento activo. Para ello, cuando un anciano ingresa en Residencia Selegna, el terapeuta ocupacional o el trabajador social se entrevistan con él y con su familia para conocerle. Así puede ajustar mejor las actividades a sus necesidades, habilidades y a su entorno.

Tras esa valoración, se le explican todas las opciones que tiene. Así él puede elegir las que más le apetezca hacer. La terapia ocupacional en ancianos de Residencia Selegna no es una obligación. Es totalmente voluntaria, aunque sí que insistimos mucho en que participen en alguna actividad para que disfruten de todos sus beneficios. Esas actividades pueden ser estimulantes, preventivas o de rehabilitación. Y todas ellas las realizamos tanto en nuestras instalaciones, que están totalmente preparadas y con grandes espacios al aire libre además de la piscina, gimnasio o las diversas salas y biblioteca, o en el exterior.

• Estimulantes. Actividades artísticas y talleres para mejorar la capacidad cognitiva. Por ejemplo, pintura, manualidades, cerámica, musicoterapia y también salidas culturales o excursiones o actividades con la familia y amigos… Son parte de una terapia ocupacional en ancianos dirigida también a relacionarse con los otros y mantener un espíritu alegre.
• Preventivas. Ejercicios articulares y musculares. Estos favorecen la buena salud y les ayudan a mejorar sus destrezas motrices y el sistema sensorial. También, nuestro terapeuta ocupacional les ayuda a aprender posturas beneficiosas para los ancianos que pasan mucho tiempo encamados. Otro ejemplo es conocer el uso y funcionamiento de mecanismos de ayuda, como andadores, sillas de ruedas, prótesis… por si tienen que usarlos.
• Rehabilitación. Son aquellas encaminadas a recuperar o mejorar la funcionalidad y poder ser independientes por más tiempo. El terapeuta ocupacional y el trabajador social de nuestra residencia de para personas mayores programan ejercicios, tanto físicos como mentales, para que puedan recuperar su autonomía.

Todas estas actividades de la terapia ocupacional en ancianos aumentan su confianza en sí mismos. Además mejoran su seguridad, su estado físico y cognitivo y su calidad de vida aumenta notablemente. Porque los ancianos de Residencia Selegna pueden notar que están perdiendo facultades, pero trabajan para que esa pérdida sea menor o más lenta. Y además aprenden a entrenar otras habilidades que le sirven para compensar las que pueden perder. Es un nuevo aprendizaje, donde se les da herramientas alternativas para desarrollar las funciones diarias. Así, con la terapia ocupacional en ancianos de nuestra residencia de para personas mayores no se sienten tan perdidos y no piensan que ya no sirven para nada.

La entrevista a un anciano nos sirve para conocer los motivos de ingreso

La entrevista a un anciano nos ayuda a evaluar sus necesidades

La entrevista a un anciano es fundamental para entrar a formar parte de la familia de Residencia Selegna. Con ella tratamos de evaluar tanto su nivel cognitivo como su grado de aceptación de entrar en nuestra residencia. Es la mejor manera de conocer a esa persona. Y también de saber qué podemos aportarle para hacer más confortable su estancia con nosotros. 

Por ello es importante que la entrevista a un anciano se realice en un ambiente agradable. Y sin interrupciones, creando un lugar de intimidad que favorezca la comunicación entre el futuro residente y el trabajador social. Si es posible hay que realizarla en su casa, antes del ingreso. Para ello nuestro trabajador social se pondrá en contacto con la familia, las personas responsables y el anciano para concertar la reunión.

¿De qué se habla en esa entrevista a un anciano?

• Datos biográficos. Es importante conocer los antecedentes personales, familiares y sociales del anciano. Qué familia tiene, cuáles son sus relaciones sociales, sus estudios, trabajos que ha realizado, dónde ha vivido…
• Datos médicos. Hay que conocer si hay algún problema de salud, alergias, alguna dieta especial, la medicación que toma, si tiene revisiones…
• Aficiones. Para conocer al anciano hay que conocer sus aficiones. Así será más fácil adaptar nuestras actividades a sus gustos.
• La residencia. El trabajador social de Residencia Selegna siempre explica al anciano lo que se va a encontrar en la residencia, las actividades que realizamos, los horarios, las instalaciones, la posibilidad de llevar recuerdos personales, como su familia y amigos pueden ir a visitarlo, el coste económico, los servicios internos… Si es posible intentamos concertar una visita a Residencia Selegna antes del ingreso para que conozcan las instalaciones y el ambiente.

Además, con esa entrevista a un anciano tratamos de conocer los motivos por los que ha decidido ingresar en la residencia. Y si es posible tiene que ser él el que nos transmita la decisión, la familia puede participar en la conversación, pero el anciano no debe quedar en segundo plano, sino que su opinión tiene que prevalecer.

En la primera entrevista a un anciano para entrar en Residencia Selegna lo que se persigue es que confíen en nosotros. Por ello es importante escucharle, tener en cuenta sus deseos y explicarle las cosas de manera que puedan entenderla. En esa entrevista no hacemos valoraciones médicas, ni psicológicas, ni cognitivas. Simplemente se trata de conocernos y promover un ánimo positivo al ingreso, por ejemplo rebatiendo los falsos mitos que existen sobre las residencias de la tercera edad.

¿Y si el anciano tiene deterioro cognitivo? En este caso será la familia la que nos aporte todos los datos que necesitamos saber. La entrevista a un anciano servirá para establecer una comunicación con él e intentando averiguar el nivel cognitivo que tiene para que nos oriente sobre qué tipo de necesidades tiene.

Y una vez ingresado, hay que hacer un seguimiento de la persona, ya que se ha de sentir escuchado, apoyado y querido. Para ello animamos a la familia y amigos a que vengan a visitarlo para que no se sienta abandonado. También se le ofrecerá la posibilidad de salir a pasear o a comer con ellos, solo o con otros residentes. Y nosotros conversamos con él a diario para conocer sus inquietudes, sus quejas, sus gustos y aficiones. El objetivo es promover un entorno en el que se sienta a gusto y facilitar su rápida integración.

La actividad física y mental es clave para prevenir el deterioro de la memoria

El estrés y el mal estilo de vida fomentan el deterioro de la memoria

El deterioro de la memoria está asociado al envejecimiento. Con el paso del tiempo el cerebro sufre cambios fisiológicos y necesitamos más tiempo para aprender o recordar. Eso genera frustración y miedo. Muchos piensan que ese deterioro cognitivo puede ser un síntoma de Alzheimer o demencia. Por ello, ante los primeros síntomas es importante acudir a un médico para saber si es un deterioro leve, que es tratable y prevenible, o revela un problema más grave pero que cogido a tiempo se puede ralentizar su desarrollo.

El olvido no tiene que ser malo. El cerebro es como un ordenador, que tienen que limpiarse y borrar algunos datos para dar lugar a nuevos recuerdos e informaciones. Pero cuando ese olvido no entra dentro de lo esperable es que existe un deterioro de la memoria que hay que analizar.

Además, desde que cumplimos 30 años comienza la curva del envejecimiento. Una curva más o menos pronunciada dependiendo del estilo de vida, la carga genética y los factores ambientales. Cuando llegamos a los 45-50 años ese deterioro de la memoria se suele atribuir al estrés, problemas de sueño, depresión y a un estilo de vida poco saludable (fumar, beber, vida sedentaria, hipertensión…). Y a partir de los 60-70 años es habitual pequeños fallos, olvidos, problemas de concentración… nada patológico, pero que es necesario hacer un seguimiento e intentar mantener un cerebro activo.

Y en ese seguimiento y ese mantener activo el cerebro es fundamental el papel de la familia, los amigos y también los profesionales como el terapeuta ocupacional. Animar a nuestros mayores a mantener una vida activa y hacer ejercicios para entrenar la memoria es una manera de prevenir y frenar el deterioro de la memoria leve. Y también para paliar los efectos de los deterioros graves como el Alzheimer.

En Residencia Selegna trabajamos para tener mayores activos.Tanto nuestro equipo médico y de enfermería como nuestro terapeuta ocupacional programan actividades encaminadas a frenar el deterioro de la memoria. Para ello hay varios aspectos que en Residencia Selegna siempre tenemos en cuenta:

• El ejercicio físico fomenta el desarrollo de las neuronas. Y reduce el riesgo de enfermedades que fomentan el deterioro de la memoria (diabetes, hipertensión, reduce el estrés, la ansiedad…). También animamos a nuestros mayores a hacer ejercicios para el entrenamiento cerebral como leer, musicoterapia, hacer crucigramas, sudokus, rompecabezas, cuidar el jardín… Además, a la vez que aprenden y trabajan la memoria, disfrutan.
• Alimentación. En Residencia Selegna contamos con un nutricionista para ofrecer una alimentación sana y equilibrada, con alimentos ricos en antioxidantes y en omega 3 por sus beneficios para la memoria y el cerebro. También es importante evitar el consumo de alcohol, tabaco y determinados fármacos.
• Familia y amigos. Mantener unas buenas relaciones sociales es fundamental para sentirse bien con uno mismo. Así evitamos la depresión y el estrés que tanto fomentan el deterioro de la memoria. Además al tratar con familia y amigos tienen que acordarse de fechas, detalles, actualidad. Y eso ayuda a ejercitar la memoria.
• La falta de sueño afecta al cerebro y altera la concentración, la memoria o el ánimo. Un buen descanso consolida la memoria, almacena los recuerdos y ayuda a poder evocarlos después.
• El servicio médico de Residencia Selegna, el de enfermería y el terapeuta ocupacional han establecido diversos protocolos para controlar el deterioro de la memoria de nuestros mayores. Las revisiones ayudan a detectar si ese deterioro de la memoria es un proceso normal o algo más grave.

Fomentar la actitud positiva es una de las principales actividades de nuestra residencia geriátrica

Una residencia geriátrica debe ser un lugar que los ancianos sientan como su hogar

Algunas personas consideran que al ingresar a un anciano en una residencia geriátrica se está dando un final triste a su vida. Nada más lejos de la realidad. Al menos en Residencia Selegna. Nosotros apostamos por ancianos felices. En nuestra residencia de personas mayores de Bétera todo nuestro personal trabaja para fomentar un envejecimiento saludable y feliz.

Atrás quedaron los días en los que una residencia geriátrica era un lugar triste. En  nuestra residencia de ancianos el terapeuta ocupacional, respaldado por todo el equipo, ha desarrollado un programa de actividades, tanto terapéuticas como de ocio, encaminadas a promover momentos de felicidad. Para ello se favorece la actitud positiva. Porque esa actitud ayuda a afrontar y minimizar los problemas de salud asociados a la edad y pueden llevar mejor el paso de los años. Y todo ello en un entorno pensado por y para ellos.

Así conseguimos encender nuevas ilusiones en su vida. Y mejorar la calidad de esta. Las terapias para fortalecer los músculos y las articulaciones, programas encaminados a seguir aprendiendo cosas nuevas, las actividades de ocio, nuevas responsabilidades como cuidar el jardín… todo ello les da a los ancianos de Residencia Selegna motivos para seguir sintiéndose útiles, importantes. Y así tenemos ancianos felices que siguen teniendo motivos para seguir viviendo.

Además fomentamos las actividades en grupo y la amistad entre los residentes. En Residencia Selegna sabemos que la mayor lacra para los ancianos es la soledad. Esto provoca depresión y la pérdida de las ganas de vivir. Por ello en nuestra residencia geriátrica intentamos combatir esa sensación. El terapeuta social y el resto del equipo están atentos a los síntomas para poder atajarlos a tiempo. A veces solo hace falta darles compañía y un oído amigo, otras necesitan un tratamiento más exhaustivo.

Por eso en nuestra residencia geriátrica nadie queda abandonado. Es uno de los grandes mitos que existen entorno a las residencias de ancianos, no se ingresa en una residencia de personas mayores porque tu familia no se preocupa por ti. En Residencia Selegna queremos ancianos felices, que sientan nuestra residencia como su hogar, por tanto los vamos a tratar como si fueran parte de nuestra familia. Y los familiares pueden venir cuando quieran. Tanto en las fiestas y actividades que realizamos, como en cualquier momento que puedan acercarse. Además al ingresar en nuestra residencia geriátrica los lazos familiares pueden ser mejores que los que existirían si los cuidásemos en casa, con las responsabilidades y problemas que eso supone.

Otro de los aspectos que Residencia Selegna fomenta para tener ancianos felices es tratarlos con respeto y escucharlos. No creemos que porque sean personas mayores tengan reducidas sus capacidades cognitivas. Más bien al contrario. Muchas de las personas que viven en nuestra residencia geriátrica tienen una salud física y mental buena. Y hay que tener presente sus deseos y decisiones. El respeto a los mayores es el eje entorno al cual gira todo en nuestra residencia geriátrica. Si perdemos el respeto y no cuidamos su dignidad estaremos atentando contra su bienestar y su propia estima.

Cada año se producen en España más de 40.000 fracturas de cadera

Nuestra rehabilitación de fracturas de cadera va encaminada a recuperar la máxima movilidad funcional

La fracturas de cadera en los mayores son un grave problema, no solo para los ancianos sino también para la familia. Además de la gravedad de la lesión, tiene graves consecuencias como hospitalizaciones, intervenciones quirúrgicas de riesgo, postoperatorio lento, pérdida de la independendencia e incluso la muerte. Por ello hay que intentar prevenir las fracturas de cadera. Y en caso de que ocurran recurrir a especialistas para que tengan una buena rehabilitación, como Residencia Selegna, y así evitar complicaciones. 

Cada año se producen en España más de 40.000 fracturas de cadera y siete de cada diez suponen una segunda rotura. La osteoporosis y las caídas son las principales causas. Los huesos de los mayores son mucho más frágiles y son más propensos a romperse. A ello se unen las alteraciones para caminar, la visión defectuosa, la dificultad para mantener el equilibrio… lo que hace que sea mucho más fácil que los ancianos sufran una caída.

Por ello, actuar sobre ambas causas es clave para evitar riesgos. Eliminar barreras físicas, como alfombrillas o mesillas, disfrutar siempre de una buena iluminación y de apoyos para caminar, animarles a realizar alguna actividad física para mantener en buena forma huesos y músculos, así como evitar el tabaco y el alcohol y llevar una dieta equilibrada son acciones que se pueden hacer para prevenir caídas. Y también es importante la constancia en el tratamiento famacológico indicado para prevenir o frenar la osteoporosis.

Y ante las fracturas de cadera es fundamental no perder la calma. Hoy en día el éxito de las operaciones de cadera suele ser elevado y aunque las complicaciones de una cirugía existen, lo normal es que no se produzcan. Eso sí, la recuperación es lenta y gradual. Y el paciente necesita de cuidados las 24 horas del día hasta que sane. 

Por eso la mayoría de las veces las personas se decantan por ingresar en una residencia, al menos temporalmente. En Residencia Selegna contamos con una muy buena reputación como centro de rehabilitación y para postoperatorios. Nuestra residencia de ancianos cuenta con la acreditación de Centro Sanitario de la Conselleria de Sanidad. Además, contamos con un equipo médico muy profesional, formado por médico, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional y psicólogo, a lo que se une un servicio de enfermería las 24 horas. En Residencia Selegna disponemos del mayor número de personal por residente de toda España. Para que nuestros mayores estén siempre bien atendidos.

A todo ello se une que disponemos de unas instalaciones estupendas para hacer una buena rehabilitación. Piscina adaptada e hidromasaje, gimnasio totalmente equipado, jardín adaptado… todo pensado para conseguir la máxima recuperación funcional y que puedan volver a hacer vida normal e indepediente. También nuestro equipo médico trabaja con ellos para ayudarles a recuperar la seguridad y la confianza que pueden llegar a perder ante la falta de autonomía y las complicaciones de las fracturas de cadera.

Además nuestro centro está diseñado sin barreras arquitectónicas para la comodidad de los residentes. A ello se une que, para los que necesitan recuperarse de un postoperatorio nuestra residencia de ancianos también dispone de siete habitaciones de cuidados especiales. Estas se suman a nuestras habitaciones individuales con terraza y a los diversos espacios para los momentos de ocio.

Además nuestro equipo médico y el resto del personal trabajan para que la estancia en Residencia Selegna sea agradable. Y no se sientan abandonados por su familia. Queremos que quien venga a nuestro centro, ya sea de manera temporal o definitiva, se sienta como en casa.

El trabajador social acompaña al anciano en su integración en la residencia de mayores

El trabajador social es el mediador entre la residencia de mayores, el anciano y su entorno

El papel del trabajador social en una residencia de mayores pasa muchas veces desapercibido y, sin embargo, es fundamental para el bienestar de nuestros mayores. Es el responsable de que la calidad de vida de los ancianos no decaiga por estar en una residencia. Además, es el encargado de velar por sus derechos e intereses. Es el enlace entre el residente y su entorno: la dirección, las administraciones públicas y, a veces, la propia familia. 

Sus funciones son muy variadas ya que debe atender las necesidades de los residentes en varios frentes. Por un lado, es el encargado, junto con el terapeuta social, de planificar y organizar las actividades. Siguiendo los informes médicos y de dirección el trabajador social y el terapeuta ocupacional se encargarán de diseñar aquellas actividades que favorezcan la integración y participación del residente en el centro.

Además, en una residencia de mayores el trabajador social será el encargado de supervisar el cobro de pensiones, ayudas y otros trámites con distintas entidades. Para ello necesita realizar un informe previo de la situación personal y económica y del historial clínico. A partir de ahí asesorará y orientará al residente y a los familiares para encontrar las mejores soluciones.

También el trabajador social es el encargado de realizar la acogida al ingreso del nuevo residente. Será la persona de referencia para él durante el proceso de adaptación a la residencia de mayores. En él, el residente tiene que encontrar una persona que le escucha y le ayuda en sus primeros días. Y le anima a participar en las actividades de la residencia de ancianos para que no tenga problemas de integración. Después el trabajador social se encargará de hacer un seguimiento comprobar el estado del residente y que se sienta a gusto en la residencia para la tercera edad. Y también es la persona que acompaña a la familia tras el fallecimiento de un residente. Da el soporte adecuado, con el apoyo del psicólogo, e inicia todos los trámites burocráticos para que el proceso sea más leve para los familiares.

Dentro de sus tareas en una residencia de mayores está la de coordinar la relación con la familia. El trabajador social es el encargado de informar de los cambios, avances, enfermedades, problemas… que puedan surgir en torno al residente. También tiene que fomentar las visitas de los familiares. Y animarles a participar en las actividades de la residencia de ancianos, como las que realizamos en Residencia Selegna.

Eso sí, siempre preservando la confidencialidad de los residentes y teniendo presente las preferencias de estos. Nunca ha de perder de vista las decisiones de los residentes y sus deseos. En muchas ocasiones, las exigencias burocráticas, la rutina diaria o la presión de la familia hacen que no nos paremos a escuchar lo que la persona mayor quiere. En Residencia Selegna intentamos que eso no ocurra y siempre tenemos presente la importancia de respetar sus decisiones. Porque solo así se sentirán valorados y a gusto en nuestra residencia de la tercera edad.

Estas son solo algunas de las múltiples tareas de un trabajador social en una residencia de mayores. A ellas se unen otras más administrativas, como definir (junto con dirección) el sistema de gestión de las sugerencias para una mejor calidad del centro, formar parte del equipo multidisciplinar que evalúa la situación de cada residente, velar por la higiene y la calidad de la estancia del anciano… Por ello la figura del trabajador social es cada vez más importante para una residencia de la tercera edad de calidad, como Residencia Selegna.