El cuidado de las personas mayores en casa debe velar por su seguridad y su bienestar.
La alimentación, el aseo y mantenerle activo son aspectos clave en el cuidado de las personas mayores.
Los avances en medicina y la denominada sociedad del bienestar han elevado considerablemente la esperanza de vida de la población en los países desarrollados.Cada vez son más las personas que alcanzan los 80 y llegan en perfectas condiciones físicas y mentales. Pero también son muchas las que sufren un natural deterioro. Y eso, en muchas ocasiones, los hace dependientes de sus familiares o de su entorno más cercano. Por ello es importante saber que hacer para un buen cuidado de las personas mayores.
Las residencias y centros de mayores, como Selegna, son siempre una opción muy recomendable. Cuentan con profesionales cualificados y las instalaciones adaptadas para que se sientan bien cuidados y como en casa. Sin embargo, muchas familias cargo ellos del cuidado de las personas mayores en casa. Pero es muy importante afrontar esta etapa desde la responsabilidad de poner en marcha todos los recursos a nuestro alcance para garantizar los cuidados necesarios y el bienestar de las personas mayores.
Estos son algunas claves que te pueden servir de ayuda para hacer para un buen cuidado de las personas mayores en casa.
1- Elabora un plan de acción. Lo primero que debes hacer es identificar las necesidades de la persona mayor. Así como enumerar los recursos con los que vas a contar para hacerles frente: los miembros de la familia o del entorno que pueden prestar su ayuda, su disponibilidad, sus horarios….
Una vez analizada la situación, es conveniente elaborar un plan de acciónque contemple los periodos de vacaciones, fines de semana, revisiones médicas, actividades… E ir revisándolo para adaptarlo a las necesidades que se vayan presentando.
2. Forma equipo con los médicos.
Las mayoría de nuestros mayores sufren diversas patologías relacionadas con la edad, muchas de ellas crónicas. Cuando nos ocupamos de cuidar de algún ser querido, debemos acudir al equipo médico para recabar información de utilidad entorno al proceso de la enfermedad, las recomendaciones, los cuidados y los detalles de la prescripción médica en cada caso.
3. Crea una tabla de rutinas.
Plasma en una tabla las rutinas y los horarios de cada día, incluso para las actividades cotidianas: las comidas, los paseos, el aseo, las visitas a los familiares o la asistencia a actividades de día que resulten motivadoras. Te resultará mucho más fácil atender a tus propias tareas y responsabilidades. Pero, lo que es más importante, has de tener en cuanta que las rutinas ayudan a las personas ancianas a no sentirse desorientados y a aumentar la seguridad en si mismas.
4- Adapta la casa a sus necesidades.
A veces se requieren pequeñas adaptaciones para hacer la vida de nuestros mayores más fácil. Y para prevenir posibles accidentes. Ni su movilidad ni sus reflejos son los que eran y con el paso del tiempo las barreras crecen, incluso dentro del hogar. Evita tener alfombras o muebles con los que puedan tropezar. Mantén a su alcance las cosas de uso cotidiano, e instala agarradores en el baño evitar las caídas.
Si la movilidad es reducida, piensa en la posibilidad de proporcionarles una cama adaptada para poder incorporarlo sin necesidad de ayuda. Y una silla en la que pueda sentirse cómodo y relajado.
5- Vigila su dieta.
La alimentación se convierte en una cuestión que requiere especial vigilancia. Por un lado, hay que tener en cuenta las restricciones derivadas de sus patologías. Y, por otro, la inactividad y la tendencia a perder el apetito y consumir menos alimentos. Consulta a un nutricionista para equilibrar el aporte de nutrientes. Y estate atento a sus necesidades de hidratación.
6. Cuida su aseo personal.
La higiene es clave en el cuidado de las personas mayores. Es muy importante para la prevención de enfermedades, pero también para fomentar su autoestima. Trata de acondicionar el espacio, procúrales una temperatura adecuada dentro del baño y hazle recuperar el gusto por ponerse ropa limpia o su colonia de siempre después de la ducha.
7- Ayúdale a que se mantenga físicamente y mentalmente activo.
No le impidas realizar tareas cotidianas mientras se sienta capacitado para ello. Además de sentirse más útil, le ayudará a mantener su nivel de movilidad. Consulta a un fisioterapeuta que ejercicios puede realizar como parte de sus rutinas diarias, siempre que sea posible. Por otro lado, intenta que se mantenga psicológicamente activo. La estimulación cognitiva es muy importante para frenar el deterioro neuronal. Busca actividades que le resulten estimulantes y atractivas y, si puedes, hazlas con él.
8- Favorece su socialización y los estímulos afectivos.
Es conveniente que las personas mayores mantengan el contacto con familiares y amigos siempre que sea posible. Favorece los encuentros familiares y las celebraciones. Procura que el tiempo que pases con ellos sea de calidad. Te recordamos que los besos y los abrazos tienen un gran poder curativo.
9. No estás solo.
Hemos dejado para el final una reflexión que consideramos importante. Existen cursos y grupos de apoyo para familiares y cuidadores de personas mayores y dependientes. Además de aprender mucho sobre cuestiones del día a día, compartir con otras personas tus dudas y preocupaciones te hará más llevadera la situación.
Pero, ante todo, no lo cargues todo sobre tu espalda. Busca ayuda en profesionales y familiares. Y dedícate tiempo a ti mismo si no quieres caer en el denominado “síndrome del cuidador”. Ansiedad, depresión y otros síntomas que son más frecuentes de lo que parece.
