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Con qué vehículos nos desplazábamos.

  • Publicado el

    07 de agosto de 2014

De los años 40 a los 50 con las carreteras maltrechas y racionamiento de combustible, el panorama de la automoción en España era desolador. En estos años no circulaban muchos coches, aunque sí algunas motos. En los 50 por nuestras carreteras y calles comenzaron a proliferar toda clase de extraños vehículos rodantes: los coches con gasógeno, que conllevaba la instalación de sistemas de combustión en los coches que eran muy voluminosos y además tenía un escaso poder energético.

Al final de los años 50 llegó el momento en que había que crear un vehículo pequeño, sencillo de bajo consumo… y es cuando se diseñaron los Biscuter, Isseta, PTV, eran coches que no alcanzaban más de 75 km por hora y que para aparcar, como en el caso del Biscuter, el conductor tenía que hacer un gran esfuerzo manual, realmente era como una moto, pero con una rueda más, estos coches fueron la representación todavía de una época de estrecheces y penurias,
Otro de los vehículos populares que apareció en escena en esta época fue la Vespa, que resultaba adecuada a todo tipo de clase social y para ambos sexos. Era un vehículo ideal para los desplazamientos rápidos de hombres de negocios, profesionales, médicos que podían acudir a sus citas perfectamente arreglados. En los primeros años de vespa, los conductores se ponían unos ceñidores en las bocas de los pantalones para no mancharse de grasa mientras conducían la moto. También estaba el modelo de vespa con sidecar que permitía viajar a 3 personas y esa tercera rueda de más le daba una mayor estabilidad a la moto. Una de las cosas curiosas era como montaban las mujeres en la moto, de forma transversal para no enseñar más de lo debido, con las piernas muy juntas, ya que no estaba bien visto que la mujer usara pantalones como los hombres y también hay que recordar como montaban a los niños: de pie sujetos del manillar con las manos.

En la España de estos años, el hecho de tener coche era todo un lujo, por lo que solicitar un 600, también. Las largas listas de espera tampoco ayudaban a que fuera el vehículo del español medio. Ya en 1973, con un salario mínimo interprofesional según el BOE de 5.500 pesetas, comprarse uno de los últimos Seat 600 fabricados suponía casi el sueldo de todo un año!!!.
Esto contrastaba con los “Haiga” , modelos de coche de marcas como “Dodge, Cadillac, Packard, Buick o Chevrolet”, que pertenecían a los nuevos ricos que habían forjado su fortuna con el mercado negro y el estraperlo y como la mayoría eran ignorantes y muy fanfarrones, cuando iban a comprarse un coche siempre pedían “ el mejor que haiga”. De ahí que acabaran comprando principalmente un automóvil de exportación y de gran consumo, que llegó a conocerse bajo el término peyorativo: «coches Haiga».

La mayor parte de las personas se sacaban el carnet muy fácilmente .Te examinaban sólo viendo cómo conducías,  sin acompañarte dentro del coche y en algunos casos hasta te regalaban “el carnet”. Y qué pocas medidas de seguridad vial había (La DGT se creó en 1959)!. Los niños podían viajar en el asiento delantero sentados al brazo de sus madres,  no se utilizaba el cinturón de seguridad, no había apenas controles de carretera. Seguro que os suena alguna historia de cómo en un 600 se metían 6 personas más el perro, la botella de butano, las maletas y trastos que se llevaban en la baca instalada para tal efecto cuando se hacía algún viaje, especialmente en vacaciones,  que era cuando se trasladaba toda la familia… ¡los que tenían suerte de tener vacaciones y coche!.

 


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