El primer recuerdo de la radio
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Publicado el
29 de mayo de 2014
Corrían los años 50 del pasado siglo. En los hogares más privilegiados españoles de la época había una radio, que generalmente ocupaba un lugar importante en el salón, ya que no había aparatos portátiles y obligaba a la gente a permanecer en las casas y del que surgían voces magníficas que al oírlas te seducían… concursos, radionovelas, canciones, noticias…
Había un programa en radio Valencia que se llamaba “su voz en un hilo” y al que tuvo que ir a cantar en directo, Ángela, aún recuerda los nervios que pasó cuando le llamaron por teléfono para que cantara.
Mercedes, Marita, Amparo y Ángela coinciden en que el consultorio de Elena Francis les acompañó muchas tardes de invierno, sentadas en la mesa camilla y al calor del brasero, con esa voz dulce y melosa de la Sra Francis que leía las cartas que enviaban las oyentes al programa. Y de cómo sus consejos sobre cómo quitar manchas, espinillas o patas de gallo se mezclaban con palabras de consuelo para pequeñas tragedias tan claras como el agua.
Otra de los recuerdos que afloraran rápidamente, al hablar de la radio, esbozando una gran sonrisa, era con la radio anunciando el Colacao, el DDT Chas, los tintes Iberia el “lava , lava, lava con la Lejía de los 3 ramos” y de cómo este aparato tenía un gran poder de reunión al reunir en alguna ocasión a toda la familia, vecinos y amigos para escuchar la radionovela, las noticias, el fútbol, la santa misa o incluso rezar el rosario, apuntaba Mercedes.
Y Antonio que recordaba las fantasías que te creabas alrededor de algún personaje/ locutor, al que oías todos los días, de cómo la relación entre el físico espectacular y la voz atractiva no siempre coincidía y de cuántos chascos te llevabas porque en tu mente tenías la imagen que te habías formado del personaje y luego, cuando lo veías, … llegaba la decepción!!
Todos coincidían en que la radio era su único medio de entretenimiento y de información en sus años de juventud. Esta es nuestra pequeñita gota para rendir un homenaje de gratitud hacia un medio que lo fue todo en los años de juventud de, Ángela, Antonio, Marita, Amparo, nuestros amigos de Selegna, y de todo un país durante más de medio siglo y que después de atravesar todas esos años de gloria, se encontró sobre el año 1965 con el peor de sus contrincantes… la televisión