Experiencia de una fallera en Selegna.
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Publicado el
15 de marzo de 2017
«Fue una experiencia inolvidable, y se la recomiendo a todas mis compañeras»
Me llamo Maria, soy natural de Aragón y las circunstancias de la vida hace 40 años me trajeron a Valencia. Vivía encima de un casal de Falla y la ilusión de mi vida era ser Fallera, pero mi familia no me apoyaba y me decía que “donde iba una aragonesa”, así que nunca cumplí este deseo, hasta que llegué a Selegna.
En el año 2013 no había candidatas a ser Fallera Mayor, así que no lo pensé dos veces y me presenté. No sabía que tenía que hacer porque no lo conocía pero mi ilusión era mayor. Mi hijo estaba alucinado, no sabía que decir ni que hacer, simplemente dijo: lo que tu quieras. Me trajo unos buenos zapatos para que no me cansara y fue él mismo, el que el día de la presentación, me llevó del brazo.
Pilar me dejó el vestido, Rosana el aderezo, Telvi e Isa me vistieron y me maquillaron, y entre todas consiguieron que mi sueño se cumpliera. Me hicieron muchas fotos, todos me miraban y mis compañeras se alegraron un montón, e incluso el presidente de ese año, Gunter, con su escaso español, decía que hacíamos buena pareja.
Tuvimos muchos actos, pero el más emotivo fue la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados, a pesar de ser fiel mi devoción a la Virgen del Pilar como buena aragonesa. Muchos sentimientos de emoción y muchas lágrimas, e incluso todavía me salta alguna cuando me acuerdo de esos momentos.
Fue una experiencia inolvidable, y se la recomiendo a todas mis compañeras. Fue la mayor alegría del mundo. FUI FELIZ.
Gracias,
María