La importancia de la hidratación de las personas mayores en verano
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Publicado el
10 de agosto de 2021
Una mala hidratación de las personas mayores en verano puede acarrear graves problemas de salud
Agua y alimentación son claves para una buena hidratación de las personas mayores en verano
A medida que vamos cumpliendo años va disminuyendo la proporción de agua en nuestro cuerpo. Y en los meses de verano es cuando más pérdida de líquido sufrimos. De ahí que la hidratación de las personas mayores en verano sea tan importante para evitar la deshidratación y los golpes de calor.
Si tenemos en cuenta que nuestro organismo no almacena el agua que consumimos, sino que la utiliza para realizar distintas funciones esenciales como la digestión, la regulación de la temperatura del cuerpo o la eliminación deshechos, un aporte de agua continuo es la mejor opción para mantener nuestro equilibrio hídrico y evitar la deshidratación.
No todos los casos de deshidratación revisten la misma gravedad, pero en el caso de las personas mayores, al tener menos reservas de agua en el organismo, debemos ser especialmente cuidadosos.
¿Por qué es tan importante la hidratación de las personas mayores en verano? Principalmente por los efectos que tiene en el organismo. Por ello es necesario redoblar esfuerzos para animarlos a que beban de manera más frecuente. Aún así hay que estar atentos si se producen estos signos de deshidratación leve:
- Sequedad de boca, piel y mucosas.
- Aumento de la sed.
- Pérdida del apetito.
- Dolor de cabeza y fatiga.
- Cuando orine poco y de color más oscuro.
Los síntomas se agravan cuando se observa:
- Un aumento considerable de la temperatura y de la frecuencia cardíaca.
- Un descenso de la presión arterial.
- Problemas respiratorios.
- Confusión mental.
En estos casos, deberemos actuar con rapidez para evitar que se produzcan espasmos o en el peor de los casos un fallo renal.
Además, tenemos que tener en cuenta que nuestros mayores perciben con mucha menor intensidad la necesidad de mantenerse hidratados. Incluso en los meses de más calor. Por eso hay que insistir en la importancia de la hidratación de las personas mayores en verano y prestar mucha atención a los primeros signos de alarma.
¿Qué podemos hacer para mantener la hidratación de las personas mayores en verano?
- Principalmente mantener el consumo mínimo diario de agua (entre 6 y 8 vasos) acompañándolo de una abundante ingesta de frutas, verduras, ensaladas, etc. que les ayudarán a incrementar el aporte de agua que nuestro cuerpo necesita, además de incluir pescados y carne magra. Evitaremos los alimentos pesados que complican la digestión y sobrecargan el organismo.
Dentro de los alimentos recomendados podemos encontrar: la lechuga, las espinacas, los espárragos, la coliflor y los tomates. Y entre las frutas las que son típicas de la época estival: fresas, cerezas, uva, piña, melón y sandía.
Eso sí, en el caso de las personas mayores deberemos tener en cuenta que estos alimentos no interfieran en su dieta habitual e intentaremos evitar a toda costa las bebidas diuréticas como las infusiones y el café o las bebidas azucaradas.
- La sed es ya una señal de alerta. Por lo tanto, hay que ingerir líquidos antes de esta se manifieste. Beber de forma más continuada y en cantidades más reducidas ayudará a mantenerse hidratado sin tanto esfuerzo.
- Evitar una exposición directa y prolongada al sol, reduciendo las salidas a exteriores en las horas de más calor.
Quienes nos dedicamos al cuidado de nuestros mayores somos conocedores de que a medida que envejecemos la hidratación se puede convertir en un verdadero problema de salud. Y por ello hacemos un especial hincapié en la hidratación de las personas mayores en verano. En Selegna vigilamos que nuestros residentes estén correctamente hidratados. Es una buena forma de garantizar su bienestar.
Para ello contamos con unos grandes profesionales que se encargan de que cada detalle, asistencial y personal, esté cubierto. Además de unas magníficas instalaciones que garantizan su bienestar en verano y en invierno: espacios al aire libre y la temperatura idónea de la habitación y en las zonas comunes. Todo ello, marcará la diferencia a la hora de estar bien atendidos y evitar situaciones de riesgo.
A ello se une unas dietas supervisadas y adaptadas a cada residente, sabiendo además qué medicamentos (como los diuréticos para la hipertensión o para la insuficiencia cardíaca) podrían agravar su estado en caso de deshidratación. Contacta con nosotros, estaremos encantados de atenderte y resolver tus dudas.