Las residencias para mayores suponen una oportunidad para reactivar un proyecto de vida.
Las residencias para mayores combinan los cuidados de la salud con actividades para mantener la calidad de vida.
La decisión de trasladarse a las residencias de mayores, dejando la propia casa o el entorno familiar, no suele ser una decisión fácil. A menudo es una opción que se toma cuando ya no queda más remedio. Sin embargo es interesante que sepas que las residencias cuentan con recursos y ofrecen apoyos para que las personas mayores que viven ellas puedan seguir manteniendo su calidad de vida, incluso cuando precisan apoyos importantes para ello.
Hay muchas circunstancias que hacen que los mayores, solos o en pareja, no pueden seguir viviendo en su propia casa. O que hacen esta no sea siempre la mejor opción. En este sentido las residencias de mayores son recursos necesarios que, aunque implican cambios relevantes, suponen una oportunidad para reactivar un proyecto de vida que no puede ser abandonado en su última fase por no contar con los apoyos necesarios.
Las residencia dedicadas al cuidado de los mayores se preocupan no solo por su salud, sino también por identificar las necesidades de cada persona. Así se aseguran que pueda seguir viviendo de una forma acorde a su identidad personal.
En Selegna contamos con recursos materiales y humanos que nos permiten prestar atención y cuidados individualizados a nuestros mayores. Se trata de buscar modos de personalizar la atención cotidiana. Y de orientarla desde sus valores y preferencias para crear un plan de apoyo en el que estén contempladas todas las áreas de desarrollo personal que consideramos fundamentales:
– Autocuidado y salud.
– Creatividad.
– Ocio y tiempo libre.
– Espiritualidad.
– Amistades y relaciones sociales.
– Familia.
Al mismo tiempo, las residencia de mayores son una oportunidad para potenciar el ocio y las actividades de tiempo libre. Ya tengan que ver con el arte, la naturaleza, las amistades, sitios y lugares que visitar, etc. En muchos casos, esas actividades se han abandonado por desidia o por no tener con quien hacerlas. El entorno residencial puede convertirse en una oportunidad para que las personas disfruten de vidas positivas.
El papel de los cuidadores, más allá de dar un especial apoyo cuando la persona y familia llegan al centro, es el de llegar a ser una persona de confianza a quien recurrir cuando la persona lo necesita. Detectar las fuentes de bienestar y de malestar en el día a día, actuar de principal referente para la persona, familia y profesionales, en lo relacionado con la información y comunicación vinculada a su vida residencial, y apoyar la cooperación y coordinación entre el conjunto de profesionales.
Por otro lado, los residentes están rodeados de personas que se encuentran en situaciones similares a ellos, lo que les ayuda a compartir sus experiencias y a poder socializar siempre que sea posible. En el día a día en las residencias para mayores hay muchas “pequeñas-grandes cosas” que adquieren un relevante papel para que la vida de los residentes cobre significado. Lo cotidiano tiene para nosotros una extrema importancia. Propiciar un espacio de puesta en común y cooperación puede contribuir a una vida más plena para la persona.
Además, cuando nuestro familiar padece una enfermedad, ya sea mental o física, requiere unos cuidados especiales. En Selegna hemos adaptado nuestros espacios para hacer la vida más fácil a personas con dependencia. Espacios amplios y libres de barreras arquitectónicas en pasillos y estancias, baños adaptados, regulación térmica y programas adaptados a cada residente. Y por supuesto, contamos con asistencia sanitaria en cualquier momento día y de la noche que permiten un correcto seguimiento de los tratamientos de cada paciente.
Por ello consideramos que las residencias para mayores son siempre una buena opción. No solo cuando ya no queda más remedio. También para que nuestros mayores estén bien atendidos y puedan mantener una vida plena.
