Cuál es el papel del trabajador social en una residencia de mayores
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Publicado el
04 de julio de 2018
El trabajador social acompaña al anciano en su integración en la residencia de mayores
El trabajador social es el mediador entre la residencia de mayores, el anciano y su entorno
El papel del trabajador social en una residencia de mayores pasa muchas veces desapercibido y, sin embargo, es fundamental para el bienestar de nuestros mayores. Es el responsable de que la calidad de vida de los ancianos no decaiga por estar en una residencia. Además, es el encargado de velar por sus derechos e intereses. Es el enlace entre el residente y su entorno: la dirección, las administraciones públicas y, a veces, la propia familia.
Sus funciones son muy variadas ya que debe atender las necesidades de los residentes en varios frentes. Por un lado, es el encargado, junto con el terapeuta social, de planificar y organizar las actividades. Siguiendo los informes médicos y de dirección el trabajador social y el terapeuta ocupacional se encargarán de diseñar aquellas actividades que favorezcan la integración y participación del residente en el centro.
Además, en una residencia de mayores el trabajador social será el encargado de supervisar el cobro de pensiones, ayudas y otros trámites con distintas entidades. Para ello necesita realizar un informe previo de la situación personal y económica y del historial clínico. A partir de ahí asesorará y orientará al residente y a los familiares para encontrar las mejores soluciones.
También el trabajador social es el encargado de realizar la acogida al ingreso del nuevo residente. Será la persona de referencia para él durante el proceso de adaptación a la residencia de mayores. En él, el residente tiene que encontrar una persona que le escucha y le ayuda en sus primeros días. Y le anima a participar en las actividades de la residencia de ancianos para que no tenga problemas de integración. Después el trabajador social se encargará de hacer un seguimiento comprobar el estado del residente y que se sienta a gusto en la residencia para la tercera edad. Y también es la persona que acompaña a la familia tras el fallecimiento de un residente. Da el soporte adecuado, con el apoyo del psicólogo, e inicia todos los trámites burocráticos para que el proceso sea más leve para los familiares.
Dentro de sus tareas en una residencia de mayores está la de coordinar la relación con la familia. El trabajador social es el encargado de informar de los cambios, avances, enfermedades, problemas… que puedan surgir en torno al residente. También tiene que fomentar las visitas de los familiares. Y animarles a participar en las actividades de la residencia de ancianos, como las que realizamos en Residencia Selegna.
Eso sí, siempre preservando la confidencialidad de los residentes y teniendo presente las preferencias de estos. Nunca ha de perder de vista las decisiones de los residentes y sus deseos. En muchas ocasiones, las exigencias burocráticas, la rutina diaria o la presión de la familia hacen que no nos paremos a escuchar lo que la persona mayor quiere. En Residencia Selegna intentamos que eso no ocurra y siempre tenemos presente la importancia de respetar sus decisiones. Porque solo así se sentirán valorados y a gusto en nuestra residencia de la tercera edad.
Estas son solo algunas de las múltiples tareas de un trabajador social en una residencia de mayores. A ellas se unen otras más administrativas, como definir (junto con dirección) el sistema de gestión de las sugerencias para una mejor calidad del centro, formar parte del equipo multidisciplinar que evalúa la situación de cada residente, velar por la higiene y la calidad de la estancia del anciano… Por ello la figura del trabajador social es cada vez más importante para una residencia de la tercera edad de calidad, como Residencia Selegna.