Cuando tenemos a una persona mayor a nuestro cargo que requiere de atención constante o con una alta dependencia para las tareas cotidianas, debemos plantearnos la opción de recurrir a ayuda profesional para llevar a cabo estos cuidados.
Dos de las opciones más comunes son los centros de día y las residencias para mayores. Sin embargo, a algunas personas les cuesta decidirse, ya que no tienen muy claro las diferencias o los servicios incluidos en cada una de estas posibilidades.
Régimen de estancia
La primera diferencia entre un centro de día y una residencia es la cantidad de tiempo que las personas mayores permanecerán allí. El centro de día tiene un horario limitado dentro del cual los ancianos pueden acudir. Es una buena opción siempre y cuando esos horarios de apertura coincidan con nuestros horarios de trabajo, por ejemplo. Además, hay días en los que los centros de día están totalmente cerrados, lo que dificulta dedicarse al cuidado de una persona mayor en caso de no disponer del tiempo suficiente.
En cambio, una residencia de mayores ofrece disponibilidad las 24 horas del día. Esto quiere decir que la persona mayor vive allí, y su estancia puede ser temporal o permanente, adaptándose a cada situación.
Atención constante
Otra de las diferencias entre una residencia y un centro de días es la atención que se le ofrece a las personas mayores. En los centros de día, los cuidados sanitarios son más reducidos que en las residencias, donde la atención sociosanitaria se ofrece durante todo el día. El personal sociosanitario de las residencias hace diferentes turnos durante las 24 horas para poder brindar los cuidados necesarios a las personas mayores tanto por el día como por la noche. Esta es una gran ventaja en comparación con los centros de día, ya que si hablamos de una persona mayor con cierto grado de dependencia, puede que sea necesario ocuparse de manera constante.
Personal variado y especializado
En una residencia de mayores podemos encontrar profesionales de la salud de diferentes campos: desde psicólogos hasta fisioterapeutas que velarán por la salud de las personas mayores que se alojan allí. Además, las residencias suelen contar con una infraestructura y un equipamiento mayor. Por ejemplo, en el caso de la fisioterapia, los ancianos tienen a su disposición un servicio más amplio de rehabilitación que el que nos podemos encontrar en los centros de día, donde no siempre se ofrece esta opción.
Cuidado personal, control de la alimentación y de los medicamentos
En la residencia, al contrario que en los centros de día, contamos con personal que se encarga de que las personas mayores estén bien aseadas y alimentadas, ofreciendo menús adaptados a sus necesidades y restricciones. Además, la medicación estará totalmente controlada gracias al equipo de enfermeros y auxiliares trabajando allí.
En definitiva, aunque el centro de día ofrece a nuestros mayores un amplio abanico de actividades y fomenta sus relaciones sociales, a veces no resulta suficiente. Si quieres tranquilidad las 24 horas, en Selegna tenemos todo lo que una residencia de calidad puede ofrecer. Contacta con nosotros e infórmate de todos nuestros servicios disponibles.
