Viajes en verano con la familia
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Publicado el
21 de agosto de 2016
Otro día más estamos aquí en nuestra maravillosa residencia Selegna para traeros bonitas historias de nuestros residentes. En esta ocasión vamos a hablar de los soleados viajes de verano que nuestros residentes hacían con su familia.
Sentados junto a la ventana, reguardados de un calor abrasador que recorre nuestra ciudad, recordamos junto a Antonio, Trini, Julián y Raquel aquellos divertidos momentos de sus viajes.
Trini es de Santander, y comenta con mucho cariño que ella, dadas las circunstancias no podía hacer muchos viajes cuando era pequeña. Sin embargo, en su juventud sí que ha viajada mucho y no dudo en recomendar como mejor lugar del mundo su tierra natal, por la comida y por la gente, aunque ríe diciendo que el paraguas allí no es para protegerse del sol sino más bien de la lluvia.
Julián, bromea con Trini diciendo que la mejor ciudad del mundo es Guadalajara, su ciudad y que ninguna comida de Santander ni del mundo entero se puede igualar al asado típico de allí. Como Trini, Julián no pudo viajar mucho cuando era pequeño con su familia, sin embargo gracias a una oferta de trabajo estuvo viviendo nada más y nada menos que 16 años en Venezuela.
Nuestra simpática residente Raquel sí que viajaba con su familia a veranear a una de las ciudades más típicas del este de España para este menester, Benidorm. Recuerda con alegría llegar y ver las luces y los grandes edificios desde la ventanilla de su coche, también le hace mucha ilusión recordar sus viajes a nueva york o las cataratas del Niágara en su juventud.
Antonio dice que tan lejos no ha llegado pero que España se le ha quedado pequeña. Recuerda que viajaba frecuentemente a la sierra de Cazorla a pasar el día, recuerda que eran muy humildes pero eran grandes días con su mujer e hijas con el aire fresco y la tranquilidad del parque natural.
Antonio nos cuenta con alegría que consiguió una autocaravana de la marca Ebro, y le dio varias veces la vuelta a España, entre sus destinos favoritos estaban Granada, Badalona o Portugal. Antonio comenta que al principio su mujer tenía un poco de miedo de dormir en la autocaravana, pero que tras conseguir una escopeta de doble cañón dormían como los reyes, todos ríen con nuestro dicharachero sevillano y sus historias.
Antonio rae también y se emociona al recordar que los mejores momentos de la caravana fueron cuando sus nietos subían en ella, estaban enamorados de los viajes con ella y solo querían que pasar tiempo todos dentro disfrutando de ella.
Aquí en Selegna tenemos la suerte de tener residentes con unas vidas tan interesantes como estas con las que poder inspirar el día a día, continuamos el próximo día con más divertidas y bonitas historias.